jueves, 21 de abril de 2011

Cosas que ahora sí ya entiendo

Será éste un artículo abierto. De esos que no podré cerrar jamás pues siempre iré descubriendo conductas que antes no entendía en mis padres y que con el correr de los años, recientemente, estoy empezando a encajar. No terminaré de dar la explicación para obligar al lector a resolver el pequeño enigma vital o, en el mejor de los casos, a congratularse por mi descubrimiento. He aquí un listado de entrada ya inacabado sobre esas pequeñas cosas:

1. Antes no entendía por qué mi madre, cada vez que oía llegar a lo lejos el coche de mi padre, marchaba a paso de lobo hasta su bolsito de pinturas y se cuadraba frente al espejo más próximo. Eran dos minutos como máximo. Suficientes para ella. Y yo me preguntaba: ¿Por qué se pinta mi madre si no van a salir a cenar? Total, se van a quedar en casa. Cosa que ahora entiendo.

2. Es raro que no haya una comida hecha por mi madre que mi padre no acompañe de un comentario positivo, en ocasiones elogioso. Cosa que ahora entiendo.

3. Mi padre termina de trabajar por la tarde a una hora. A otra llega a casa. Entretanto juega un partida de dominó en un bar camino de casa. Yo no entendía por qué no se iba directamente a casa, con lo que cansado y puede que irritado que debiera estar a veces. Cosa que ahora entiendo.

4. Muchas mañanas, a la hora del almuerzo, se reúnen en los bares obreros, albañiles, jardineros y demás profesionales que trabajan con sus manos y se atizan un carajillo. Puede que algún que otro cubata. 'Qué fuerte va la peña', me escandalizaba yo al ver la ingesta de alcohol de buena mañana. Cosa que ahora entiendo.

5. La jardinería. Algo a lo que mi abuelo se dedicaba y también lo hace mi padre. Mucho más que el conocimiento de la Naturaleza y las leyes extrapolables al universo, mucho más que la satisfacción cuando se concluye un trabajo manual. Horas de soledad no políticamente incorrectas. Cosa que ahora entiendo.

6.No entendía por qué mi madre cambiaba de colonia cuando la anterior todavía le gustaba. Mi mujer ha cambiado hoy de colonia. Su olor me ha resultado de lo más estimulante. Ahora entiendo.

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