Este texto surge del contacto entre las personas. Del querer
relacionarse con otros. Cuando las cosas marchan mal somos las personas las que
no podremos salvar a nosotros mismos. No nos aislemos.
Me aproximo a pagar el repostaje de la gasolinera. Como
quiera que aún no ha terminado de vomitar el surtidor, inicio una conversación
con el empleado de caja. Entretanto yo venía de coger un botellín de agua. Desenrosco, trago y sonrío amablemente. “Esto cárgamelo también cuando acabe el surtidor… Sabes, mi
ex decía que el agua debía ser gratis ya que es un bien de primera necesidad, como el
aire”.
Creo que el botellín costaba 0.80 céntimos de euros.
El empleado alimenta la
charla. “Pues tu ex tenía razón”.
Prosigo: “Yo, antes compraba agua embotellada, pero desde que
vi un documental en La 2 de madrugada sobre el negocio que hacen las grandes
empresas con los manantiales en EEUU, dejé de hacerlo”.
Me apresuro a levantar el botellín para aclarar mi (posible) contradicción. “Esto
lo he comprado porque vengo de hacer deporte y aquí no tengo donde beber... pero
al día siguiente de aquel documental ya no compré más agua embotellada. Me dio asco enterarme de todo eso. No nos enteramos de nada de lo que pasa”.
Alguien detrás de mí rompe el silencio. “Lo que pagas es el envase”. Me giro. Un tipo fibroso había entrado en el lugar sin darme cuenta. “Obviamente”, le aclaro. “Por no hablar de lo del flúor”, añade.
Y ahí empieza todo.
¿El fluor? A mí y supongo que a muchos
(he ahí el porqué de querer compartir este texto) eso sólo me sonaba de los
spots de dentífricos y colutorios.
“Claro, mira…”. El dependiente abandona la caja registradora y avanza hasta alcanzar uno de los botellines del estante. Tras examinarlo
apunta: “Este no lo indica, pero es que muchos no lo indican”.
“Casi todas las aguas embotelladas llevan flúor”, retoma el
recién llegado.
En ese momento mi cara tradujo unas palabras que nunca
pronuncié pero que hubieran sonado así: “Vale. ¿Y qué pasa si el agua lleva flúor? Coño los dentífricos lo
llevan y de hecho se presume de ello como argumento medicinal. Vaya paranoia traéis, ¿no?”.
Entonces el tipo fibroso comenzó a destripar el truco:
“El flúor aletarga. La pasta de dientes no la ingieres, pero el agua sí. El
agua embotellada nos vuelve tontos, dóciles y fáciles de controlar”.
Toma castaña.
Me giro hacia el dependiente buscando una segunda opinión. Necesito creer que el tipo exagera las cosas y que dicha concentración de flúor ha de ser muy alta para que algo semejante suceda. Entonces el empleado se me queda mirando fijamente y asiente.
Toma castaña.
Me giro hacia el dependiente buscando una segunda opinión. Necesito creer que el tipo exagera las cosas y que dicha concentración de flúor ha de ser muy alta para que algo semejante suceda. Entonces el empleado se me queda mirando fijamente y asiente.
Al día siguiente me pongo a investigar y descubro que Hitler controló el agua (con flúor) en los territorios ocupados por los nazis. Me entero también que semejante práctica se utilizó en China para controlar la elevada tasa de natalidad. Que el archiconocido ‘prozac’, ese depresivo tan a la moda que sale hasta en las series ‘must’de TV, tiene como principal agente activo el fluoruro. Y lo más llamativo: el Flúor está registrado en la EPA (Agencia de Protección del Medioambiente) como veneno para ratas.
¿Se está volviendo la sociedad más dócil y carente de la
capacidad crítica por el Flúor? ¿Por la TV?
¿Por la eliminación del peso específico de la Filosofía en los planes de
estudio?
También he visto que este presencia de flúor se produce de manera preocupante en América del Norte y Europa Oriental. Vamos, no por aquí. En cualquier caso, adjunto algunos enlaces sobre el flúor y que cada
cual extraiga sus propias conclusiones:
Quien a estas alturas haya pensado en cómo descartar el
flúor del agua que bebe, decir que los filtros de carbón activo no lo eliminan.
Sólo lo hacen los filtros de osmosis inversa.
Aquí incorporo también el documental que una madrugada La 2 de TVE emitió y que me hizo dejar de comprar agua embotellada:
http://www.youtube.com/watch?v=RwZF6aG02J8
Aquí incorporo también el documental que una madrugada La 2 de TVE emitió y que me hizo dejar de comprar agua embotellada:
http://www.youtube.com/watch?v=RwZF6aG02J8
Por último y para quien quiera saber cómo va el tema en nuestras aguas embotelladas, ahí os paso una tabla.
Concentración de flúor (mg/l)
en algunas de las principales marcas de agua
embotellada en España, de mayor a
menor:
§ Imperial
7´8 mg/l
§ Caldas
de Malavella 7´7 mg/l
§ San
Narciso 7´7 mg/l
§ Vichy
Catalán 7´3 mg/l
§ Agua de
San Roque 4´3 mg/l
§ Villajuiga
2´5 mg/l
§ El
Pinalito 2´1 mg/l
§ Caldes
de Bohi 1´6 mg/l
§ Alhama
1´5 mg/l
§ FontAgudes
1´3 mg/l
§ Fontecelta
1´0 mg/l
§ Cortes
<1´0 mg/l
§ Font
del Pi 0´9 mg/l
§ Fontecelta
gaseada 0´9 mg/l
§ Sousas
0´6 mg/l
§ Cabreiroá
0´5 mg/l
§ Viladrau
0´5 mg/l
§ Mondariz
0´4 mg/l
§ Solán
de Cabras 0´4 mg/l
§ Lanjarón
Fontefor 0´3 mg/l
§ Fonsana
0´2 mg/l
§ Font
Vella 0´2 mg/l
§ Fournier
0´2 mg/l
§ Lanjarón
Salud 0´2 mg/l
§ Aguasana
<0´2 mg/l
§ Fonxesta
0´1 mg/l
§ Fuente
Liviana 0´1 mg/l
§ Fuente
Primavera 0´1 mg/l
§ Nafree
<0´1 mg/l
§ Bezoya 0 mg/l
§ Evián 0 mg/l
§ Fontoira
0 mg/l
§ Fuensanta
0 mg/l
§ Sierra
Cazorla 0 mg/l
§
Marcas de
agua cuyo contenido en flúor es cero mg/l:
Bezoya, Evián, Fontoira,
Fuensanta y Sierra Cazorla