miércoles, 18 de julio de 2012

El fardo que Sara Carbonero echa al lomo de las mujeres


Cometer un error en el trabajo acarrea consecuencias. En un medio de comunicación, éstas se agravan. Es lo que tiene la repercusión mediática. Pero si la pifia se produce en la televisión, en horario de máxima audiencia y a puertas de la final de una Eurocopa de fútbol… la onda expansiva sacude a todo un país.
Sucesivas equivocaciones de Sara Carbonero, periodista deportivo ‘estrella’ de la cadena Mediaset, reabrieron además un debate que mantuvo incendiadas las redes sociales varios días.
De esta frase de barra de bar “¿La morenaza de labios carnosos y ojos profundos hizo los inalámbricos de la Eurocopa porque está buena?” se deriva la siguiente duda en una sociedad que aspira a la igualdad: ¿En qué medida se otorgan cargos laborales de relevancia a mujeres de indudable atractivo físico pese a no estar intelectualmente preparadas para ello?
Si centramos el debate en el medio televisivo, parece evidente que esta plataforma prima mucho la imagen. En el caso de las mujeres, resulta incuestionable que deben disfrutar de unos rasgos atractivos, cuanto menos dulces y amables. Véase el caso de las presentadoras de informativos y de cualquier otro espacio programado en horarios con cierta audiencia. Por ahí los varones podrían sentirse discriminados. Pero esto es otro debate.
La gravedad del asunto aquí – y el motivo de este artículo – reside en el gran fardo que la Carbonero añade al lomo de sus iguales. En España, aunque menos que décadas atrás, perdura el machismo. Esto se manifiesta, entre otras cosas, en una escasez de puestos de responsabilidad otorgados a mujeres, así como en graves desigualdades salariales.
De aquellas pifias futboleras, me temo, se desprende un corolario de espíritu cartesiano que va más allá de la belleza como ganzúa laboral: me refiero a la sombra de duda que se extiende sobre mujeres con presencia mediática. Uno corre el riesgo de preguntarse ¿tal periodista ocupa su cargo por ser ‘la señora de’? ¿Tal escritora publica en prensa por cubrir una cuota de ‘femineidad’ políticamente correcta? ¿La discriminación positiva genera dudas personales en las propias mujeres sobre su valía profesional?
Por suerte existen mujeres de contrastada solvencia profesional que retiran el fardo que otras echan: Isabel Sánchez en la autonómica (Televisió Valenciana RTVV) y Marta Solano en la nacional (TVE) son dos buenos ejemplos.
Pese a todo, mal asunto éste que afrontan las mujeres. Laboralmente no me gustaría estar en su pellejo.

Publicado en www.ideasclave.es